En el año 2005 trabajé en un grupo donde estaba Ramiro, un adolescente sordo. Ese año aprendí:
- Que los alumnos también tienen mucho para enseñarnos, más de lo que ellos creen.
- Generalmente, los llamamos "sordomudos", cuando muchos, sólo son sordos y hablan muy bajito, casi en un susurro porque no se pueden escuchar.
- La falta de audición les vuelve más complejo el ingreso a la Escuela, donde aprender a leer y escribir les lleva más tiempo del esperado por las Autoridades Educativas y la gente.
- Es muy importante mirar los ojos de la otra persona y hablar a velocidad constante.
- Cuidar los gestos y movimientos, dado que los alumnos sordos interpretan constantemente esta dimensión.
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